Gálatas 2:4-5 RVC
4 y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos
a escondidas, que entraban para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús
y para reducirnos a esclavitud,
5 a los cuales ni por un momento accedimos a
someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con ustedes.
A veces podemos escuchar las predicaciones en
contra de la “rebeldía”, aunque suele quedar entre niebla la especificación de
rebeldía contra quién o qué. Se supone que contra Dios, aunque más de uno se
“muerde la lengua” para no decir que contra el pastor también…
Bueno, no quiero hacer una “exaltación de la
rebeldía” ni mucho menos la “desobediencia gratuita” contra cualquier forma de
liderazgo. Sin embargo creo que debemos trazar una línea bien clara. LA
REBELDÍA EN SÍ MISMA NO ES MALA Y TODOS NECESARIAMENTE SOMOS REBELDES contra
alguien, ¡el asunto en contra quién!
A medida que el espíritu del Anticristo se
afirma más en el mundo, y aunque todavía no se manifieste, el sistema de
control que siempre ha existido sobre la humanidad se hace más y más
penetrante, y todos somos llamados a con – formarnos a algo o a alguien. Pero
lo cierto es que somos llamados a rebelarnos contra el dominio de Satanás, y no
solo en lo espiritual, sino también humanamente. Somos llamados salir de su
reino y a establecer un nuevo reino en esta tierra.
Ahora bien, es cierto que la plenitud de este
Reino Venidero no la estableceremos nosotros en este tiempo, por diversas
razones que no hablaremos aquí, pero no es menos cierto que seamos llamados a
presentar y establecer un “contra reino”, de tal forma que claramente queden
expuestos ambos sistemas ante los ojos de los hombres, para testimonio a ellos
Dentro del Pueblo de Dios se busca la
conformidad hacia la Palabra; no podría ser de otra forma. Pero cuando este
principio se corrompe, como es por demás de común hoy día, se procura la
conformidad hacia doctrinas denominacionales o simplemente hacia la palabra del
líder de la iglesia. Algo parecido le tocó vivir a Pablo en el pasaje que
leímos antes.
Ahora bien, en ese momento histórico, y casi nunca
durante la vida de Pablo, él fue reconocido como un líder indiscutido de la
Iglesia, más bien podríamos decir lo contrario. El mismo Espíritu Santo se
encargó de revertir luego esa situación dejándonos el testimonio más abundante
precisamente de él y no de otros apóstoles como Pedro y Juan, sin duda también
fundamentales, pero no con el mismo testimonio que Pablo.
Durante su vida, Pablo fue siempre
cuestionado y criticado, y nunca muy aceptado por la “iglesia más prestigiosa y
antigua” de Jerusalén. La palabra de Pablo no tenía mucho peso entre ellos, y
rechazar de plano a los judaizantes podía ser complicado, porque ellos eran al
menos tolerados, si no apreciados, en las iglesias judías. A pesar de esa
posición “políticamente complicada”, ni por un momento accedió a sus
peticiones; no negoció con ellos, no establecieron ningún acuerdo, no llegaron
a ningún “punto intermedio”. Simplemente “¡NO!”.
Pero esa “rebeldía” estuvo basada en un claro
y firme conocimiento de la revelación de Dios, es decir, era pura y perfecta
obediencia a la Palabra del Espíritu, y pura y perfecta “rebeldía” ante las
exigencias del espíritu de religión que operaba a través de ellos.
¿Está mal predicar en contra de la
“rebeldía”? Si no se aclara la rebeldía “contra quién” sí, y no solo está mal
sino que es una herramienta de dominación de esos espíritus de religión, una
forma de inducir temor y manipular a través de él.
Hermanos, debemos librarnos de los residuos
mentales que tengamos de la “rebeldía” mal enseñada, sutilmente utilizada para
manipular, para ser verdaderamente libres para “rebelarnos” contra todas las
obras de Satanás.
Debemos advertir que la “anti rebeldía” mal
enseñada no nos acerca más a Dios, al contrario; como siembra temor termina
exponiéndonos a la manipulación humana y al reino de las tinieblas. No es un
tema inocente, por más “espiritual” que parezca. ¡Santo Espíritu, haznos libres
del engaño!
Danilo Sorti
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