domingo, 13 de agosto de 2017

105. El engaño en los últimos tiempos

Mateo 24:4 RVC
4 Jesús les respondió: «Cuídense de que nadie los engañe.

Es interesante ver como Jesús responde lo que es realmente importante que nosotros escuchemos y no necesariamente lo que le preguntamos.

Al inicio del capítulo 24 los discípulos le preguntan por los acontecimientos finales; el Señor les responde, pero el principal énfasis no está en la información sobre los hechos que ocurrirían sino en el peligro de ser engañados.

La principal característica de esos tiempos que vendrían, por lo menos, aquello a lo que los discípulos debían prestar principal atención, no eran los eventos catastróficos y las señales de los cielos, sino el poder de engaño desatado a lo largo de este tiempo.

Los apóstoles repetirían la misma advertencia una y otra vez en sus cartas. De hecho, hay temas doctrinales muy importantes de la vida de iglesia que no se repiten tanto como el asunto del engaño. Y creo que es algo a lo que solemos prestar tan poca atención…

Pero cuidado, no me estoy refiriendo al engaño en el mundo, porque de alguna manera sabemos que es obvio, aunque creo que no hemos aún dimensionado en qué profundidad, sino que me refiero al engaño dentro del Cuerpo de Cristo.

Un gran “problema” para los cristianos relativamente nuevos es cuando se crían en una iglesia en la que se cuidad la verdad y hay coherencia, es decir, en la que no hay engaño voluntario (imposible es que no tengamos aunque sea algún pequeño engaño involuntario); porque adquieren la mala costumbre de ser muy “crédulos”, y si no se han afirmado bien en la verdad, es fácil que se vayan detrás de algún “canto de sirena”.

Como siempre, la Palabra de Dios nos ha dejado advertencias suficientes, si queremos hacerles caso.

Los últimos tiempos traerán una intensificación de todos los procesos que comenzaron más lentamente al inicio de la era de la Iglesia, y entre ellos, los procesos del engaño. Por supuesto, el “engaño” nunca ocurre “en el aire”, siempre va de la mano de “engañadores”, algunos de ellos bien conscientes de lo que hacen y otros igualmente engañados, sinceros pero engañados. De todas formas son engañadores.

Y ahí es donde tenemos el principal problema con el engaño, porque entran a jugar los factores humanos: simpatías, sentimientos de lástima, deseo de progreso, identificación con la otra persona, etc.

Mateo 24:5 RVC
5 Porque muchos vendrán en mi nombre, y dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos.

Hermanos, no estamos hablando de uno o dos, sino de muchos. Por lo tanto, debemos estar alertas.

Por último una advertencia: como siempre, toda verdad bíblica puede ser exagerada, y en este caso, si hemos entendido lo que estuvimos diciendo más arriba, Satanás va a intentar sembrar una paranoia en nosotros para que dudemos de todos y de todo, con lo cual logra alejarnos aún de lo genuino.

El ejemplo de los billetes falsos nos da una solución para este problema: puede haber cientos de falsificaciones de billetes, pero uno no necesita conocerlas a todas, basta con conocer al verdadero billete para poder descartar a los falsos. No debemos entrar en ninguna paranoia, basta con buscar cada día más a Dios y conocerlo más a Él, y el engaño progresivamente queda demasiado en evidencia. ¡Gracias Señor por Tu amor!


Danilo Sorti




Ayúdanos a llevar el mensaje.
Oprima aquí para enviarnos tu ofrenda.
🙏

No hay comentarios:

Publicar un comentario