miércoles, 9 de agosto de 2017

97. ¿Debe entrar la familia pastoral en el ministerio…?

Normalmente empiezo un artículo con una cita bíblica a partir de la cual pueda desarrollar el tema, pero sinceramente no pude encontrar una que fácilmente se adapte a esta pregunta; pregunta que, por otra parte, suele ser muy frecuente “sotto voce” en nuestras iglesias.

¿La familia pastoral puede entrar al ministerio? ¿Y si no son precisamente un “ejemplo de vida” cristiano? ¿Es obligatorio que la familia del pastor esté ministrando activamente? ¿Debe hacerlo dentro de la misma congregación?

Creo que aquí tenemos unas cuantas preguntas que han generado incontables escándalos y problemas. Por supuesto, no voy a resolver este asunto con un simple artículo, pero creo que podemos tener en cuenta algunas cuestiones para no generar ni presiones ni expectativas innecesarias.

Los libros que rigen (específicamente) la vida de la iglesia hoy en día son los que corresponden al Nuevo Testamento; y en realidad más exactamente Hechos y las Epístolas. No es que el resto no sea Palabra de Dios ni que haya que relegarlo a un segundo plano, a lo que me refiero es a que el “quehacer” propiamente dicho de la iglesia se encuentra en los escritos que narran la vida de esa primera iglesia, toda la Biblia es Palabra de Dios y se aplica a la relación de Dios con el hombre; la “vida de iglesia” es una parte de esa relación, muy importante para nosotros en este tiempo, pero no lo único.

Y es entorno a esta “vida de iglesia” que se han generado un sinfín de malinterpretaciones y expectativas incorrectas.

Por un lado tenemos las “líneas monárquicas”, que perpetúan el liderazgo exclusivamente a través de la familia, tomando como ejemplo la transmisión sacerdotal del Antiguo Pacto. El “único” problema con eso es que:

Hebreos 7:11-12 RVC
11 Si la perfección se alcanzara mediante el sacerdocio levítico (ya que bajo éste el pueblo recibió la ley), ¿qué necesidad habría de que aún se levantara otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón?
12 Porque al cambiar el sacerdocio, también se tiene que cambiar la ley.

Sencillamente, no hay tal cosa como un “sacerdocio levítico” en el Nuevo Pacto, no existe ninguna figura de “sacerdote”; los ministros y líderes en ningún momento cumplieron los roles sacerdotales, aunque sus funciones se parezcan en algunos aspectos. Al no haber “sacerdocio levítico” tampoco hay transmisión por herencia.

A partir de esto, algunos cristianos han cuestionado el hecho incluso de que la familia pastoral esté en el ministerio. ¿Hay algún pasaje bajo el Nuevo Pacto que lo prohíba? No, tampoco. De hecho, si quisiéramos buscar en las páginas del Nuevo Testamento alguna información sobre las familias de los líderes de la iglesia primitiva, a lo sumo nos enteraríamos de que algunos de ellos estaban casado, podríamos suponer que Pablo lo estuvo y que enviudó o se divorció, pero es una suposición, y algunos grados de parentesco, pero nada más que eso.

¿Podían los hijos de los apóstoles servir en el ministerio? ¿Las esposas hacían consejería matrimonial? ¿Los yernos o nueras ministraban en el culto? Nada se dice. Y si nada se dice, ¿por qué deberíamos reglamentarlo nosotros? ¿Qué es lo que se dice respecto de los líderes de la iglesia?

1 Timoteo 3:1-2 DHH
1 Si alguien aspira al cargo de presidir la comunidad, a un buen trabajo aspira.
2 Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible. …

En varios pasajes se habla sobre el tema y se dan indicaciones; pero ninguna de ellas tiene que ver ni con pertenecer ni con no pertenecer a la familia del liderazgo actual, sino más bien con los méritos y capacidad propia, además, por supuesto, del llamado del Señor a cumplir tal rol y los dones espirituales habilitantes. Añadir o quitar de esas palabras, ya sea en la enseñanza o en la práctica, a través de los hechos, es añadir o quitar de la Palabra de Dios. Y ya sabemos lo que dice Apocalipsis al respecto…

Quiero agregar algo más: es frecuente que haya una “presión” hacia el liderazgo de una iglesia para que su familia (cónyuge e hijos) también ministren dentro de la congregación, normalmente en funciones de liderazgo. Y no es raro que un líder cuya familia no ministre activamente (por supuesto, no en el caso de que haya claros problemas familiares) sea “mal visto” dentro de la congregación.

Pues bien, aquí aplica lo mismo que dijimos más arriba: ¿hay una ordenanza en el Nuevo Testamento de que la familia debe servir dentro de la congregación? No, simplemente se dice que su familia debe estar ordenada, dentro de lo que es esperable de un cristiano que sea ejemplo para otros. Nada más. Y de nuevo, exigirle más que esto a un líder es agregar palabras a lo que la Biblia dice.

Debido a estas presiones han entrado en el ministerio gente que nunca debió estar allí, que tenían un genuino y bendecido llamado a otra cosa (a los negocios, a una profesión, a un servicio “tras bambalinas”, a su familia) y que terminaron destruyendo iglesias y destruyendo sus propias vidas y las de sus familias. ¿Por qué poner y “ponernos” cargas que no corresponden?

Gálatas 5:1 RVC
1 Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.

Añadir reglamentaciones donde no las hay es esclavitud, ¡y el Señor no nos rescató de la esclavitud del mundo para que seamos esclavos de leyes humanas!


Danilo Sorti




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